Opinión
La columna de J.J.Jinks: El mejor gancho comercial
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"Sexo compro, sexo vendo, sexo arriendo, sexo, sexo", decía el entonces provocador coro de una de las canciones clásicas de Los Prisioneros a mediados de los ‘80. Puede no ser el más simpático, pero la genialidad de Jorge González no pasa de moda y eso permite que donde uno vaya, nos encontremos 40 años después -vaya que ha pasado tiempo– con sus canciones resonando en el ambiente.
Sexo ha sido el triste e improbable himno de la gestión gubernamental en los últimos 45 días.
Al desastre realizado por ex subsecretario Monsalve en los más diversos planos se ha sumado una disparatada acusación al Presidente de la República por, supuestamente, filtrar imágenes con contenido sexual de una mujer con que la coincidió en una práctica en Punta Arenas. En las alicaídas huestes oficialistas deben haber pensado: éramos muchos y parió la abuela.
Lo más descorazonador de este nuevo caso es que, si bien es muy probable que no tenga consecuencias judiciales, el Gobierno se las ha arreglado para ser lo suficientemente confuso en la comunicación como para sumar un nuevo estribillo a la canción. Es difícil pensar que las erráticas, por llamarlas de algún modo benigno, decisiones del Presidente Boric ante la denuncia a Monsalve no estuvieron condicionadas por la propia acusación que pesaba en ese entonces en sus hombros y que mantenía, no es muy claro por qué, oculta frente a la opinión pública.
Como si todo esto no fuese ya suficiente para la estupefacta opinión pública, la inefable diputada frenteamplista Maite Orsini ha decidido inmiscuirse en las acusaciones de violación que enfrenta su expareja (¿o actual?, es muy difícil de seguir), el Mago Valdivia. ¿Tiene alguna relevancia este revoltijo de farándula, fútbol y crónica roja para efectos gubernamentales? Algo tiene, pues da cuenta de que simplemente están preocupados de cualquier cosa menos de lo que debieran.
Los asuntos personales, personalísimos en realidad, han inundado al Gobierno y los tienen debajo del agua sin que sea visible cuándo lograrán asomar la cabeza. Las discusiones y controversias sobre las dificultades para habitar el cargo que se dieron en los inicios de este gobierno parecen un juego de niños frente a la descomposición de la cual estamos siendo testigos. La vida privada de nuestros gobernantes ha traspasado el umbral de sus hogares para instalarse en cadena nacional con noticias que surgen por minuto a tal velocidad que sólo los obsesivos pueden seguir la cronología de los hechos. Sexo, sexo, sexo.
Es hora de que entre todos salgamos del lodazal. Puede ser grato y cómodo para la oposición ver al oficialismo atrapado en esta maraña de filtraciones y medias verdades en temas profundamente incómodos de abordar, pero son las instituciones permanentes de la Nación las que están en juego.
Hay que levantar un poco la mirada y volver a poner los temas sustantivos sobre la mesa. Parece haber avances importantes en la negociación de pensiones y esta semana surgió un alentador acuerdo transversal en cuando al sistema político. Aferrémonos a estos destellos como si no hubiese mañana, otro día sacamos cuentitas electorales ante el desmadre del que somos testigos. No soportamos como sociedad seguir teniendo cara de cliente fácil.